Nueva Estrategia de Ciberseguridad de la Unión Europea
Este año, debido a la pandemia, se ha trasformado el mundo digital, por el teletrabajo y las transacciones digitales. Por ello, ha aumentado los ciberataques en todos los sectores. Por tanto, la Comisión Europea ha presentado una nueva estrategia de ciberseguridad para proteger a ciudadanos y empresas, a cuál será un elemento clava para el futuro digital de Europa, la recuperación económica y la seguridad de UE.
Dicha estrategia ayudará a garantizar que todos los ciudadanos y las empresas puedan beneficiarse plenamente de unos servicios y herramientas digitales fiables y de confianza. Tanto si se trata de dispositivos conectados, la red eléctrica o servicios bancarios, aviones, administraciones públicas y hospitales, los europeos merecen poder utilizarlos o recurrir a ellos con la certeza de estar protegidos frente a ciberamenazas.
La Comisión propone reformar normas de seguridad de las redes y sistemas de información para aumentar la seguridad de los sectores públicos y privados (como hospitales redes de energía, centro de datos, laboratorios de investigación y la fabricación de medicamentos y productos sanitarios críticos
La nueva Estrategia de Ciberseguridad tiene por objeto salvaguardar una Internet global y abierta, y ofrecer, al mismo tiempo, protección tanto para garantizar la seguridad, como para defender los valores europeos y los derechos fundamentales de todas las personas. Sobre la base de los logros alcanzados en los últimos meses y años, la estrategia incluye propuestas concretas de iniciativas reguladoras, estratégicas y de inversión en los tres ámbitos de acción de la UE: Para ello, propone crear Centro de Operaciones de Seguridad basados en la inteligencia artificial.
Era necesario actualizar las normas europeas respecto a la ciberseguridad, por ello, la Comisión Europea se han comprometido a aplicar la nueva Estrategia de Ciberseguridad en los próximos meses. Se elaborarán informes periódicos sobre los progresos realizados y se mantendrá al Parlamento Europeo, al Consejo de la Unión Europea y a las partes interesadas totalmente informados e involucrados en todas las acciones pertinentes. Una vez, las propuestas sean acordadas y adoptado en consecuencia, los Estados miembros dispondrán de un plazo de 18 meses a partir de su entrada en vigor para incorporarlas a su ordenamiento jurídico.
Redacción ASECOPS: María Cruz Míguez López