¿Cómo serán las oficinas del futuro?
Menos puestos fijos, espacios más flexibles y zonas de ocio para los empleados.
Las oficinas del futuro ya están aquí. La irrupción definitiva del teletrabajo como consecuencia del coronavirus y el desarrollo de nuevas tecnologías y estilos de vida han obligado a las empresas de medio mundo a repensar sus espacios para adaptarlos a una nueva forma de trabajar que ha venido para quedarse. «Ahora compramos, nos divertimos, viajamos y aprendemos de forma distinta. Y con la manera de trabajar ocurre tres cuartos de lo mismo. Durante la pandemia se llegó a pensar que el concepto tradicional de oficina podría incluso llegar a desaparecer. Sin embargo, a medida que pasaban los meses se puso de manifiesto que trabajar desde casa a diario no era algo a lo que todas las personas pudiesen adaptarse. Las últimas encuestas apuntan en la misma dirección: la mayoría de los empleados desean un modelo flexible en el que se combine el trabajo presencial con al menos uno o dos días a la semana en remoto», explica Teo Manzano, director de Innovación de Steelcase, una de las empresas de referencia en la fabricación de mobiliario de oficina, arquitectura de interiores y soluciones para el espacio de trabajo. Y estas preferencias tienen unas consecuencias a la hora de diseñar las oficinas.
Con el teletrabajo, cada vez serán menos las oficinas en las que coincida todo el personal a la vez, por lo que su distribución también tendrá que adaptarse a esta nueva realidad para aprovechar el espacio al máximo. «Esa idea de una mesa propia en la que tienes las fotos de los niños o tus cosas está desapareciendo. En muchos casos, no tiene sentido mantener una estructura de cien puestos personalizados si un tercio de los empleados se conecta desde casa», razona Manzano.
La idea de oficina con la que trabajan las grandes empresas se basa en una distribución flexible de los espacios: una zona de mesas en la que los trabajadores se pueden sentar donde les apetezca; otra de despachos o espacios más reservados para mantener conversaciones con mayor privacidad o hacer videollamadas sin interrupciones; otra sala para reuniones informales; zona de ocio para tomar un café e intercambiar pareceres… Se trata de que los empleados puedan disponer de los espacios en función de las necesidades de cada momento. «Una de las cosas que hemos aprendido con la pandemia es que el trabajo en remoto se puede hacer desde cualquier lado, incluso desde la mesa de la cocina», explican en una entrevista los responsables de Gensler, la multinacional encargada del diseño de las oficinas centrales de gigantes de la tecnología como Facebook. Y así lo han hecho en sus nuevos espacios, donde los empleados pueden trabajar desde cualquier punto de la oficina y en cualquier posición, tanto sentados como de pie.